Día de ocio

Día festivo. He aprovechado este pequeño descanso (del hospital, del máster…) para recuperar alguno de mis pequeños vicios. Uno que tenía abandonado desde hace algún tiempo son las series y películas en general.

Tengo que reconocer que soy un fiel seguidor de algunas series (extranjeras) desde hace tiempo. Me subí pronto al carro de ver series de USA en versión original (gran resultado para mi inglés) y he ido evolucionando hacia series inglesas (la industria de más calidad a mi parecer) e incluso nórdicas (también en v.o. aunque mi danés o sueco no han mejorado).

Últimamente, con todas los proyectos en los que me he metido, no tengo mucho tiempo para ver nada (y el que tengo prefiero dedicarlo a otras cosas), pero hoy he hecho un hueco para ponerme al día con Mad Men. Desde que comencé a ver esta serie, ha ocupado siempre un puesto en mi top 3 personal. A mi entender tiene todo, o casi todo, lo que se le puede pedir a una serie: el argumento es original, está perfectamente ambientada, muy bien guionizada y las actuaciones, sobre todo algunas (gracias, John Slattery), son notables. Lo mejor, el punto más sobresaliente, es que ha sabido mantener el nivel con el paso del tiempo, que es lo más difícil de lograr cuando una serie de cierta calidad consigue perpetuarse más allá de un par de años, sobretodo si se trata de un drama. Lo más habitual es que en una serie que llega a su tercer año se empiecen a  exagerar los personajes y se fuercen argumentos, convirtiendo paulatinamente (o de golpe) la serie en una caricatura de lo que fue y haciendo de las historias simplemente algo no creíble . Muchas series lo consiguen antes, la mayoría desde su primer capítulo.

Pues eso no le ha pasado a Mad Men. Desde luego que no todas las temporadas son equivalentes en calidad, pero se ha sabido mantener el nivel medio a la vez que se ha conseguido una evolución clara de los personajes, principales y secundarios (el Don Draper de la sexta temporada no es exactamente el mismo de los inicios). Lo más importante es que se ha sabido mantener el interés en las historias de los personajes, y en caso de que alguna historia no diera para mucho más, no ha habido ningún recato en relegar a ese personaje casi a un carácter de mero figurante (caso claro de Betty Draper).

En resumen, Mad Men, como casi todas las series, no es para todo el mundo, desde luego no es para quien no le gusten las series que se toman su tiempo, pero su calidad es innegable y merece la pena perder 45 minutos de vez en cuando para ver un capítulo.

Alguna otra opción para perder algunos de esos 45 minutos son Wallander (hora y media en este caso), serie de la BBC sobre el investigador sueco creado por Henning Mankell e interpetado por Kenneth Branagh (sobresaliente); esta sí que muy lenta, muy peculiar, pero que gustará a los que leyeran y gustasen de los libros del mencionado autor y de las series policíacas. Muy recomendables también son The Hour, sobre un programa de actualidad en la BBC de los años 50, o casi cualquiera de las mini-series de la tv inglesa (Parade´s End, Inside Men…)

Ya he comentado que la oferta de series de la tv inglesa me parece la más interesante, pues la calidad de los argumentos y actuaciones es alta y además no se obsesionan con sacar capítulos como rosquillas ni con alargar las historias artificialmente; si una historia se puede contar bien en 4 capítulos, eso es lo que dura la serie. Esto me lleva a otra recomendación fundamental y que se rige por ese mismo patrón, la única recomendación nacional que me atrevería a hacer: Crematorio.

Por cierto, que hoy también me ha dado tiempo a hacer una de esas largas búsquedas de nuevos grupos y música (otro de mis grandes hobbies) que hago de vez en cuando, y ya he confeccionado un par de listas nuevas (gracias Spotify) para poder escuchar en esos largos períodos de tiempo que paso en el metro y que no voy leyendo. Además, he vuelto a escuchar el nuevo disco de Love of Lesbian, mi disco de esta semana. Me gusta, aunque no es el que más de su discografía.

En cualquier caso, el día ya acaba, y con ello volvemos al trabajo, así que me toca seguir investigando escuelas (ya he empezado a hacer un shorlist de las que más se adecuan a mis intereses) y estudiar un poco de anti-TNF para mi trabajo de fin de máster.